Acuarela de la Catedral de Toledo, realizada a partir de una vista en contrapicado que resalta la monumentalidad del edificio. Me interesaba capturar la atmósfera luminosa del momento y sugerir los volúmenes con una pincelada suelta, dejando zonas inacabadas para dar protagonismo a la arquitectura sin perder la ligereza que permite la técnica.

Está pintada sobre un soporte rígido de 70 x 50 cm, hecho a mano y forrado con papel de acuarela de alta calidad, lo que me permitió trabajar con firmeza en las aguadas y conservar la nitidez de los detalles.