Este proyecto consistió en la creación de unas invitaciones de boda totalmente personalizadas, con una edición fotográfica en efecto acuarela que se integra con ilustraciones florales en el mismo estilo. Para acompañar este acabado, seleccioné un papel con textura que refuerza el carácter artesanal del diseño y realza los detalles de la ilustración.

El diseño incluía también un mapa esquemático hecho a medida, un forro interior personalizado para los sobres y un sello de lacre con diseño exclusivo, que aporta el toque elegante y distintivo. Se eligió un sobre en color burdeos, que combinaba perfectamente con la paleta del diseño.

Como detalle especial, escondí pequeñas referencias a las profesiones de los novios dentro del diseño, a modo de guiño personal. Además, me encargué de gestionar directamente la impresión con la imprenta, para que los novios no tuvieran que preocuparse de nada y pudieran disfrutar del proceso.